miércoles, 25 de diciembre de 2013

Mi mensaje navideño

Este año ha sido jodido, tanto para mí como para el país. Pocas alegrías hemos tenido, por no decir ninguna. Ha sido un año bastante negro, lleno de impotencia, rabia, incredulidad y hartazgo y lo peor de todo es que lo que se vislumbra es aún peor. No quiero entrar a hablar sobre el estado lamentable de nuestro país, prefiero hacerlo estallando en otra entrada, en esta prefiero dejar otro tipo de mensaje más acorde al día de hoy.

Si tuviera que resumir este año con una sola palabra sería: bofetada. Este año ha sido mi año del bofetón, ese que doy por supuesto que todos nos damos en algún momento de nuestras vidas y nos hace ver que las cosas no son como las veíamos de niño. Un bofetón que nos dice que las cosas no van a ir siempre bien por mucho empeño que tu le pongas, que las cosas se joden, que el futuro que soñabas tener no lo vas a tener, que los buenos pierden y los malos ganan. En definitiva, que la vida no se trata de que sea justa o injusta, simplemente es indiferente.
Voy a seros sincero, estoy a medio año de terminar la universidad y no tengo ni puñetera idea de lo que voy a hacer con mi vida. Tengo un trabajo tan mierda, que no lo considero ni trabajo y mi sueldo es tan pobre que no lo considero ni sueldo. Enciendo la televisión o abro el periódico y veo como hay familias que se quedan sin hogar, otras que se mueren por intoxicación alimenticia por ingerir alimentos que han tenido que coger de la basura, puesto que su dinero no da para más y luego a nuestros dirigentes viviendo como cerdos y diciendo "hay que hacer un esfuerzo". En este año he sido feliz para luego pasar a ser increíblemente infeliz. En este año he sentido por primera vez en mi vida que nada tiene realmente sentido, he pensado en el futuro y, lo que antes veía como algo lleno de oportunidades, lo he visto lleno de puertas cerradas y campos de minas. He sentido ganas de tirar la toalla. Estaba cansado.

No voy a dar un discurso sobre aprender a levantarse y bla, bla, bla. Aquí cada cual que haga lo que crea, pero yo me he cansado. Sí, me he cansado de estar cansado. No me importa lo negro que se vea el futuro, no me importa las decepciones que haya podido tener, las desilusiones o las oportunidades perdidas, pienso seguir para adelante. Soy de los que opinan que tenemos una responsabilidad con nuestro yo del pasado y que cuando actuamos y nos convertimos en alguien del que él se avergonzaría hemos perdido. En mi caso siempre me horrorizó convertirme en alguien derrotado por las circunstancias y es por ese motivo tan estúpido que el año que viene, aunque muy posiblemente sea peor que este, no voy a volver a sentirme cansado.

No espero que se me entienda, puesto que apenas me entiendo yo, solo espero que todas aquellas personas que este año se han sentido igual de derribadas por las circunstancias rebusquen en la memoria y encuentren aquél niño que se creía un héroe, que sabía que no podía volar, pero que sabía que tenía la fuerza y la voluntad para cambiar las cosas a mejor.

Feliz Navidad.

1 comentario:

  1. Te escribo desde mi puesto de trabajo, cosa que tendría que dar gracias por tener trabajo aunque no sea de lo que me gustaría trabajar, te entiendo perfectamente y aunque no des muchos detalles, me imagino de que pueden ser los problemas, yo siempre he dicho que cuando más puta es la vida, más te enriquece, esta gente que todo les sale bien a la primera y son felices, están huecos por dentro. El esfuerzo y los palos nos hacen más fuertes. El sarcasmo y la ironía, son nuestro pan de cada día.
    Felices fiestas y tenemos pendiente hablar.

    ResponderEliminar