
Salvados empezó siendo un programa gamberro, donde su principal objetivo era más el hacernos reír que el informar. Y estaba bien. Pero durante este último año el programa ha evolucionado de una manera sorprendente. No ha perdido su toque gamberro, pero ahora es mucho más que eso, ahora Jordi se mete de cabeza en Arizona del Sur a investigar el tema de la inmigración llegando a sitios dónde otros no se atreven o no quieren, se mete en Palestina para ver como conviven ahí con el conflicto Israel-Palestina; y es toda una delicia.
Es gratificante ver como hoy en día, entre toda la basura audiovisual que hay en televisión, aún sobreviven programas como este. Gracias.
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